CONCIENCIA ECOLÓGICA

Ante la necesidad de alentar y promover en todos los niveles actividades que tienden a fortalecer una conciencia sobre los problemas ambientales y su relación con el desarrollo económico y social, en el mediano y largo plazo, una de las herramientas más efectivas es una educación -formal y no formal con buena base ecológica.
La educación tradicional sistematizada -hoy en crisis- ha llevado a una creciente y paulatina desconexión entre el hombre y su realidad inmediata, coartando las posibilidades de identificar soluciones alternativas que serían de la percepción y reconocimiento individual y social del ambiente.
Por ello, debemos revisar los contenidos actuales y buscar nuevos caminos que influyan positivamente en la conformación de los valores que lleven a una toma de conciencia sobre las problemáticas ambientales y propongan una participación activa. la educación ambiental -dirigida a la escuela y a la comunidad, al niño y al adulto, al individuo y a los grupos- surge como la forma más apropiada y terminada hasta el momento de integración disciplinaria . Permite la construcción dinámica y colectiva del conocimiento, posibilita la comprensión de la naturaleza global de . la crisis ambiental e incorpora la responsabilidad individual y social en su gestión.
Es un camino para transmitir a los ciudadanos la necesidad de adoptar una conducta coherente y perseverante, a favor de su propio medio, basado en la experiencia práctica y el conocimiento científico, que contribuya a la búsqueda y logro de una nueva ética ambiental y posibilite la transformación progresiva de las actitudes y comportamientos actuales.
Sabemos que aunque en una sociedad se garantice la vigencia de todos los mecanismos corrientes de un sistema democrático, no se puede hablar de democracia real si la participación de la ciudadanía es baja.
El concepto de democracia implica soberanía popular, cuya realidad no está asegurada si los ciudadanos no ejercen una eficaz participación en todos los aspectos que atañen a la vida en sociedad.
El concepto de participación se refiere a un conjunto de actividades, a una práctica que se ejerce en distintos órdenes tendientes a la comprensión de los problemas fundamentales que enfrenta cada comunidad.
La participación debe ser una práctica espontánea, que seria desde la base y se dirija hacia el vértice del poder, pasando por todos los segmentos de la pirámide social.
Para ellos imprescindible una ciudadanía atenta e informada, con preparación para comprender los diferentes problemas que se le presentan, con capacidad para elegir correctamente entre las alternativas que se le proponen y consciente de la necesidad de su participación -directa o indirecta- para que la democracia sea una realidad concreta y no una manifestación formal. la participación real sólo es posible mediante el manejo del conocimiento, pero no podemos postergar esa participación en nombre de la ignorancia. Una ciudadanía que ejerza los deberes cívicos propios de la participación y con iniciativa podrá influir sobre la vida social, contribuyendo a mejorar la calidad de los decisiones que afectan al conjunto.
Lo que se juega en estos momentos la humanidad, aunque no tenga conciencia de ello, es su propia supervivencia. El desafío consiste precisamente en ser capaces de conducir los procesos en la dirección correcta para conjurar el peligro de un estallido planetario que puede adoptar diversas formas: desde la proliferación de conflictos regionales irreductibles, asando por los masivos desplazamientos de emigrantes en busca de alimento, oportunidades y paz, hasta la destrucción del patrimonio ambiental común. Los diferentes problemas y la necesidad de resolverlos ha generado en las últimas décadas, un tipo de reacción solidaria en algunos sectores de la sociedad civil. Que se expresa en las denominadas organizaciones no gubernamentales (ONG's). Estas organizaciones se multiplican en número y diversidad, y guiadas por la idea de realizar una cooperación competente, apuestan a un mundo solidario.
Desde esta perspectiva, adquieren sentido de futuro la acción de las ONG's que logran concitar las voluntades de ciudadanos motivados por diferentes problemáticas - mediante proyectos de acción directa y participativa- y procuran ser la conciencia crítica de las sociedades en que están insertas. Por su naturaleza son actores privilegiados en la interlocución con la sociedad, porque provienen de ella y están en ella y pueden hablarle en el mismo lengua je.
Las ONG's tienen como misión recuperar y poner en vigencia nuevamente el valor de la solidaridad, ser el acicate frente al olvido de los demás. No es una tarea fácil. Requiere de la fuerza y la constancia que permita traspasar a la sociedad -en particular a los jóvenes- con ideas movilizadoras que comba tan la inacción y la comodidad, porque sólo así será posible revalorizar la ilusión por un mundo nuevo. La acción de las ONG's en el tema específico que nos ocupa quedó de manifiesto en la Cumbre de la Tierra, realizada en Río de Janeiro, en la que las entidades ambientalistas agrupadas en el Foro Global siguieron los discursos de los delegados gubernamentales y los calificaron de acuerdo con su mayor o menor compromiso acerca de los problemas que discutían. En varias oportunidades, los representantes de diversos gobiernos fueron acusados de enmascarar la realidad y de escamotear las soluciones. Los organizadores de ese Foro Global consideraron que el futuro de las entidades ecologistas reside en la coordinación de esfuerzos para fortalecer la presión de los ciudadanos sobre los gobiernos y según un estudio realizado por la Fundación GALLUP, la mayoría de la gente opina que las entidades de ciudadanos son "bastante efectivas" o "muy efectivas" para resolver los problemas ambientales.
La educación es un proceso dinámico en permanente construcción y debe, por tanto, propiciar la reflexión, el debate y su propia modificación. Tiene un papel central en la formación de los valores y en la acción social y es el único camino para la transformación humana y social y para la preservación ecológica. La educación ambiental debe generar, con urgencia, cambios en la calidad de vida y mayor conciencia en la conducta personal, así como armonía entre los seres humanos y de éstos con otras formas de vida. Es el instrumento del que puede valerse la sociedad para convertir la información científica sobre el ambiente en actitudes positivas de uso y gestión, es decir en pautas educativas de comportamiento. Para comunicar con éxito es preciso utilizar un lenguaje adecuado. Por eso una buena novela se convierte en una mala película, si el guión y la realización cinematográfica son deficientes. Cada medio tiene su lenguaje: una clase escrita no es un libro. La educación ambiental debe usar medios comunicativos y por ello debe también saber escoger lenguajes expresivos diferentes. La educación ambiental se dirige a los niños a través de la escuela y a éstos y adultos mediante los medios de comunicación social. Reciclar ciertas cosas que consumimos, conservar el agua y la energía, son tareas fáciles pero que no estamos habituados a realizar. Nuestros hijos no podrán darse ese lujo. Cuando crezcan, esas pequeñas cosas deberán incorporarse a sus costumbres porque ellos tendrán que resolver los enormes problemas de los cuales nosotros tan sólo hablamos: el calentamiento de la Tierra, la contaminación de las aguas, la lluvia ácida, el agujero de ozono, etc..
Debemos crear en nuestros hilos una conciencia ecológica. No podemos dejarlos crecer creyendo que los problemas del medio ambiente son desdeñables o imposibles de solucionar. Nuestra responsabilidad es darles herramientas para sobrevivir. En los años 90 esto significa infundirles la certeza de que pueden cambiar -y salvar- el mundo. Debemos enseñarles que todo lo que hacemos ayuda. Cada decisión sobre nuestra forma de vida, aunque parezca insignificante, trabaja a favor o en contra del planeta. En las puertas del siglo XXI se ha comenzado a generar una conciencia creciente sobre la importancia del compromiso personal en el proceso ecológico y la necesidad de cambiar nuestros hábitos diarios para proteger el planeta. Todos los que deseamos una mayor calidad de vida personal que nos exige cambiar actitudes y hábitos de consumo. El problema con que nos enfrentemos no es culpa de otros. En realidad, hacer algo depende de todos y cada uno y aunque nuestro aporte sea pequeño y parezca poco significativo, imaginemos la repercusión de decisiones similares. El cambio tiene que empezar en alguna parte y cada hogar es un buen principio.
La educación debe tener en cuenta las necesidades individuales y cubrir una amplia gama de aptitudes intelectuales, creativas, manuales. Debe usar las capacidades y experiencias de la comunidad. De esta forma se puede traspasar las fronteras entre la escuela y la no escuela, ofreciendo las instalaciones educativas a cualquiera que pueda usarlas, y utilizando el mundo exterior -real- como gran aula para los niños. Los docentes -y padres- deben incentivar el diálogo con los niños sobre todas las cuestiones importantes, tanto locales como globales, orientarlos hacia libros interesantes, programas de televisión y acontecimientos enriquecedores.
La idea tradicional de que la educación acaba a cierta edad es muy limitadora. Una visión más amplia ayuda a buscar y a aprender durante toda la vida y nos anima a transmitir a los demás nuestras habilidades. Desde la escuela deben llevarse adelante acciones compartidas entre los alumnos y la comunidad que apunten a concretar experiencias educativas en todos los niveles: primario, secundario, inicial y especial (tanto del ámbito privado como estatal), reuniones de estudio con docentes, conferencias abiertas al público, acercamiento con las autoridades municipales, entidades intermedias y profesionales, para garantizar una información profusa tanto de los problemas globales, como locales y regionales.
La humanidad está despertando de un sueño inocente, aquel en el que el mundo se les hacía sumiso y generoso a escala infinita. Las propuestas acerca de los posibles caminos por seguir, surgidas del influjo de una realidad que aparece cada día más urgente, abarcan todo un espectro de soluciones posibles. Desde la escuela, debemos preparar a niños y jóvenes para que sean capaces, mediante el conocimiento y el sentido común, de tomar decisiones correctas y oportunas que superen la incredulidad y la desesperación y frenen el deterioro del hábitat y la vida humana. La gestión sensata del planeta depende de una opinión pública poderosa que lo exija, una opinión pública mayoritaria y taxativa que sea algo más que aisladas opiniones de una parte del público.
La prensa escrita, la radio y la televisión, deben aspirar no tan sólo a sensibilizar ambientalmente al público, sino a crear un estado público de opinión, a hacer que la opinión pública ambiental sea sabia, sólida y decidida. La sensibilización de la opinión pública es el único camino que permite crear las condiciones subjetivas para dar sustento social suficiente y amplio a una conciencia planetaria capaz de construir un mundo solidario.
Para que la opinión pública participe decididamente en la solución de la crisis ambiental, parece evidente que la información sobre esta problemática debe aumentar en cantidad y calidad. Nuevamente la tarea es responsabilidad de todas las fuerzas sociales: de los fabricantes, proporcionando información veraz sobre sus productos y patrocinando campañas de sensibilización; de las entidades sociales, creando productos de comunicación ambiental objetivos y comprensibles; de la administración, proporcionando sin reticencia ni oscuridad alguna, toda la información necesaria sobre la verdadera situación ambiental del país. El costo ambiental de una información ambiental insuficiente puede ser enorme. Puede hacer fracasar cualquier bien intencionado programa de mejora basado en la cooperación ciudadana.
Una ciudadanía informada puede ejercer con responsabilidad el derecho a peticionar que reconoce el artículo 14 de nuestra Constitución Nacional y exigir las respuestas que cada situación especifica requiere, porque los seres humanos tenemos que darnos cuenta que como parte de la naturaleza tenemos que hacernos responsables de ella. Somos los guardianes de la vida. -En 1971, el ecologista Barry Commoner escribió "The Closing'Circle", una obra clásica en el pensamiento ecologista, e incluyó una formulación simple de las "leyes básicas de la ecología". Vale la pena recordarlas: 1- Todo va a parar a algún lugar 2- La naturaleza es la que más sabe 3- Ninguna comida es gratis 4- Todo está conectado con todo lo demás. La primera ley se refiere a la contaminación. Cuando tiramos algo, no desaparece simplemente. Nuestro planeta es finito, un "sistema cerrado". No importa donde dejemos nuestra "basura" porque continuará como un recordatorio, como sucede con la que acumulamos debajo de la alfombra. La segunda advierte que estamos destruyendo y maltratando la naturaleza, poniéndonos nosotros mismos en peligro. La naturaleza, en cambio, ha desarrollado excelentes sistemas de apoyo a la vida durante millones de años, antes que los seres humanos intervinieran para desequilibrarlos. La tercera ley deja claro que todo lo que consumimos tiene un precio ambiental y social. Hasta ahora, hemos podido consumir con un ritmo vivo a expensas de nuestra propia salud y de nuestro entorno. Sin embargo, actualmente, el legado de la contaminación y la prodigabilidad es difícil de ignorar. La cuarta ley es quizá, la fundamental y la que más ayuda a comprender las otras: todo está conectado con todo demás.
Esta es la filosofía y la práctica del Holismo o pensamiento holístico que afirma que nunca se podrá extraer un sentido completo de nada a menos que se tenga en cuenta todas sus circunstancias y complejas interconexiones. Cuando se acepta la interconexión de las cosas, cualquiera de ellas es sólo una parte de un sistema mayor y, aunque no pensemos continuamente en todo, descubrir vínculos facilita a menudo las respuestas a problemas que parecían irresolubles. "Ecología y economía, que vienen de la misma raíz griega, son una sola cuestión. Lo hemos olvidado. Se mantienen separadas por los conceptos legales y económicos que han creado una falsa distinción. Hasta que no se vuelvan a revisar esas herramientas, medio ambiente y supervivencia seguirán en peligro.
Es menester transmitir a los ciudadanos la necesidad de adoptar una conducta coherente y perseverante, a favor de su propio medio, basado en la experiencia práctica y el conocimiento científico, que contribuya a la búsqueda y logro de una nueva ética ambiental que posibilite la transformación progresiva de las actitudes y comportamientos actuales.

En la actualidad, los medios de transporte más usados contaminan la atmósfera sin ningún tipo de conciencia, como los automóviles, los colectivos, etc.


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